El Año Litúrgico empieza en Adviento, en que nos preparamos al nacimiento de Jesús y que dura hasta el día que celebramos la Natividad del Señor.
Sigue la Navidad que se extiende hasta la fiesta de los Santos Reyes, después viene un Tiempo Ordinario que termina el Miércoles de Ceniza en donde comienza la Cuaresma, en la que nos preparamos a recordar la muerte de Jesús.
La Cuaresma termina con la Pascua o Resurrección del Señor; cincuenta días después tiene lugar Pentecostés, recuerdo de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles; el siguiente domingo se dedica a la Santísima Trinidad, Corpus Christi y después se continua con el Tiempo Ordinario que termina el un domingo ante de la fiesta de Cristo Rey del Universo luego el Primer Domingo de Adviento, en que empieza el nuevo ciclo.
La Iglesia ha designado a los tres ciclos litúrgicos con las siglas A, B y C y cada uno tiene ya designadas sus Lecturas y Evangelios propios para cada Misa. Estos ciclos se llevan en secuencia y actualmente estamos en el ciclo…B
Un Color para cada Tiempo
El Sacerdote usa los
ornamentos (por ejemplo, la Casulla) de acuerdo al color que la Iglesia tiene señalado para cada
tiempo Litúrgico:
Blanco: Color de alegría que sugiere la fiesta, la luz y la victoria. Se usa en Pascua, Navidad y en Fiestas del Señor.
Rojo: Nos trae a la imaginación el fuego y la sangre; pero también el amor. Se usa en la Pasión del Señor, Viernes Santo, Pentecostés y en Fiestas de Mártires
Verde: Es el color que cubre la tierra en la primavera, por lo tanto, es el color de la esperanza y se utiliza en el Tiempo Ordinario
Morado: Significa la penitencia y también la esperanza. Se emplea en el Adviento, Cuaresma y Misas de Difunto.
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